A sus 19 años, Silvina Baldoma se convierte en la representante de El Desvío en la Vendimia, llevando con orgullo el nombre de su barrio y una causa que la motiva: ser la voz de su comunidad. "Mi objetivo es que nos escuchen, porque en el barrio hay muchas necesidades. Una de ellas es la seguridad, la iluminación y, principalmente, las calles. Cuando llueve, no hay forma de salir. Es una situación difícil, sobre todo para los niños que asisten a la escuela Pacheco. Muchos faltan varios días porque no pueden llegar", relata con preocupación.
Amante del maquillaje y la moda, Silvina también encuentra placer en el estudio de las matemáticas en su tiempo libre. Pero, más allá de sus pasatiempos, su compromiso con El Desvío es lo que la impulsa a representar a su barrio con determinación. "Quiero que esta oportunidad sirva para visibilizar lo que necesitamos. Es importante que las autoridades nos escuchen", enfatiza.
Un año difícil para la Vendimia
En el marco de la Vendimia, Silvina reconoce el desafío que han atravesado los agricultores este año. "Fue un año complicado, se perdió mucha fruta y muchas cosas que lamentablemente entristecen a los trabajadores del campo. Sin embargo, esta fiesta es una celebración, un homenaje para ellos. Queremos recordarles lo importante que es su labor, que son el corazón de la Vendimia. Sin ellos, nada de esto sería posible", expresa con admiración.
A pesar de las adversidades, Silvina resalta el esfuerzo de quienes siguen apostando a la tierra, levantándose después de cada helada o tormenta. "Es un orgullo verlos seguir adelante a pesar de todo. La Vendimia es su fiesta, un reconocimiento a su trabajo y su pasión".
Con su compromiso, su voz y su entusiasmo, Silvina Baldoma representa no solo a su barrio, sino también a una juventud que busca generar cambios y honrar el esfuerzo de quienes trabajan la tierra.
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