El Jardín de Infantes Nucleado 0-171 de Villa Atuel lleva el nombre de “Melina Furman” en memoria de la reconocida educadora y científica
Fue este miércoles, cuando el Gobernador y el ministro de Educación, Cultura, Infancias y DGE visitaron la escuela ubicada en el distrito sanrafaelino. La institución tiene una matrícula de 94 alumnos, distribuidos en una sala de 3 años, con 11 chicos; tres salas de 4 años, con 43 niños, y tres salas de 5 años con 40 pequeños.
El Gobernador Alfredo Cornejo y el ministro de Educación, Cultura, Infancias y DGE, Tadeo García Zalazar, impusieron este miércoles el nombre “Melina Furman” al Jardín de Infantes Nucleado (JIN) 0-171, que funciona en Villa Atuel, San Rafael.
Melina Furman fue una educadora, divulgadora científica, bióloga e investigadora del Conicet y escribió varios libros, entre los cuales se destacan Enseñar distinto: guía para innovar sin perderse en el camino y Guía para educar niños curiosos.
El nombre propuesto para identificar a este Jardín de Infantes Nucleado surge de un proyecto institucional que llevó adelante la propia escuela junto a la comunidad educativa. Una vez definido el nombre, la institución decidió consultar al esposo de Melina Furman si estaba de acuerdo. En paralelo, el director de Educabot, empresa que lidera un segmento tecnológico de robótica y que conoce a la familia Furman, decidió donar kits al jardín sanrafaelino.
Durante su intervención, García Zalazar agradeció la participación de las autoridades y destacó el involucramiento de la comunidad en el proceso de apropiación del nombre del establecimiento. “El trabajo que hicieron fue realmente muy importante. Recién recorrimos todo el proceso que llevó a la elección del nombre y la verdad es que fue increíble”, expresó.
El funcionario valoró especialmente el sentido transformador del acto educativo en un contexto muchas veces atravesado por noticias negativas. Al respecto, señaló: “Si abrimos los diarios, generalmente estamos llenos de malas noticias, pero acá hay muy buenas noticias”, y destacó la importancia de alinear esfuerzos entre comunidad, escuela y Estado para lograr cambios sostenibles.
García Zalazar remarcó la vigencia del legado de Melina Furman en la promoción de la curiosidad y el pensamiento científico desde las edades más tempranas. “Necesitamos chicos curiosos que practiquen y que se eduquen en la ciencia”, dijo, y agregó: “Ese legado no solo está en sus libros, sino que podrá aprovecharse muy bien en la biblioteca del jardín y en cada casa donde esos libros lleguen”.
En ese marco, agradeció también el acompañamiento de la empresa Educabot, que contribuirá con equipamiento tecnológico para el jardín y otras dos escuelas de la zona: la Balbino Arizu y la Argentinos Uruguayos. Estas instituciones formarán parte del programa Edutec, una iniciativa que busca integrar tecnología con contenidos pedagógicos para reducir brechas educativas y brindar más oportunidades a los estudiantes.
“Cuando se alinean los objetivos, cuando el sector público y privado trabajan juntos, cuando científicas importantes como Melina aportan a la educación pública de este país, es cuando esas buenas ideas comienzan a dar frutos”, señaló el director de Escuelas.
Finalmente, destacó la importancia de la asistencia diaria y el compromiso familiar como pilares del proceso educativo. Remarcó que “no es lo mismo que los chicos no vengan todos los días a que vengan todos los días. Esas pequeñas experiencias que empiezan en sala de 3, de 4 o de 5 tienen un significado enorme para la vida cotidiana y para la alfabetización futura”. Luego señaló que “está absolutamente demostrado: mientras antes empieza esa alfabetización, más éxito tendrán en toda su trayectoria escolar”.
Historia del Jardín y el homenaje a Melina Furman
El Jardín de Infantes Nucleado 0-171 fue creado el 22 de julio de 2015 mediante Resolución 1682/15 y funciona en turnos mañana y tarde, en dos núcleos, los cuales comparten edificio con las escuelas 1-079 Argentinos Uruguayos y 1-321.
María Josefina Fernández, directora del Jardín, recordó el camino recorrido para colocar el nombre de la institución. “Allá por el 2019 empezamos este camino de construcción de nuestra identidad institucional. Llegó la pandemia y tuvimos que esperar, y en 2022, el nombre votado entonces no reunía los requisitos de la normativa, así que volvimos a empezar”.
La docente destacó el proceso participativo que atravesó la comunidad educativa al señalar que “el año pasado dimos forma nuevamente al proyecto de imposición del nombre y empezamos a pensar opciones. Justo en ese momento recibimos la triste noticia del fallecimiento de Melina”.
Fernández relató que, tras un proceso de votación con amplia participación de la comunidad, el nombre “Melina Furman” fue elegido por mayoría. Sobre este punto, aseguró que “mucho leímos acerca de la vida de Melina en estos meses, para conocer no solo a la profesional que ya conocíamos, sino también a la persona. Hoy nuestro jardín lleva su nombre y eso es una responsabilidad inmensa para nosotros”.
Recordó también palabras que Diego Golombek le dedicó a la educadora e investigadora: “Melina nos tocó a todos, nos conmovió con esa combinación de brillantez y ternura. Nos deja vacíos y tristes, sí, pero el legado es tan pero tan vasto, que nos va a llevar toda una vida de acompañamiento”.
Con gran emoción, la directora expresó el compromiso que implica este homenaje. Dijo que “hoy tenemos la obligación de buscar cada día formas de enseñar que hagan que los ojos brillen y los horizontes se expandan, como pedía ella”. Finalmente, agradeció a las familias, al equipo docente y a todos los que acompañaron el proceso, con una mención especial: “Gracias, querida comunidad. Gracias Ian, Galo y Fabio (los hijos y el esposo de Furman) por prestarnos un poquito de Melina para que llegue a estos niños”.
A su turno, Fabio Tarasow, marido de Melina, agradeció la imposición del nombre y aseguró que “no hay palabras para poder transmitir la emoción de llegar acá y ver a toda la comunidad movilizada por el nombre de Melina, por lo que hizo Melina, por las ideas de Melina”.
Visiblemente conmovido, relató que, aunque habían seguido algunas de las actividades desde Buenos Aires, estar presentes este día superó cualquier expectativa: “Yo había escrito algo que ahora voy a leer, pero creo que esto supera infinitamente todo lo que pude haber imaginado. Así que nuevamente gracias, gracias a todos”.
En su discurso, Fabio fue contundente al señalar que “hubo una persona que se llamó Melina Furman y que investigó y trabajó mucho para mejorar lo que pasa en las aulas, y que los chicos se acostumbraran a preguntar y a investigar”. También mencionó su dimensión personal, como madre y compañera de vida al comentar que “Melina es parte de nuestra familia, es la mamá de Ian y Galo, y fue mi compañera, mi cómplice y esposa durante los hermosos años que compartimos”.
Destacó especialmente la iniciativa del cuerpo docente: “Hoy estamos acá porque un grupo de docentes inquietas, perseverantes, apasionadas y responsables puso en marcha este proceso para que el jardín tuviera su nombre y, en ese sentido, el homenaje es doble”. A continuación, compartió un deseo profundo al afirmar: “Esperamos que las ideas de Melina sigan germinando en esta comunidad, que su nombre inspire a los chicos a hacerse preguntas, a alimentar el fueguito interno de la curiosidad, porque ese fueguito es el que permite aprender”.
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