La comunidad de General Alvear se vistió de fiesta para conmemorar el 25º aniversario de la Escuela N° 1-727 Ríos Mendocinos, una institución que, a lo largo de un cuarto de siglo, ha forjado miles de historias, sueños y ha dejado "huellas profundas" en alumnos, familias y docentes. La celebración fue un emotivo acto de reconocimiento al "compromiso, dedicación y amor por la educación" de toda su comunidad.
El evento contó con la presencia del intendente municipal, Alejandro Molero, quien no ocultó su "honor y orgullo" por acompañar el nuevo aniversario de esta "tan prestigiosa Casa de Estudios". El intendente agradeció la presencia de supervisoras, autoridades escolares, la comunidad educativa en pleno —docentes, no docentes, celadores, niños y familias— y destacó la participación de la banda municipal, a la que calificó como "historia viva de General Alvear".
Infraestructura y un "Condimento Especial"
Durante su discurso, el intendente Molero hizo un repaso de las obras de infraestructura realizadas en el colegio durante su gestión: "concretamos el playón en este que estamos realizando el acto, pudimos remodelar y hacer a nuevo los dos accesos principales al colegio, pusimos el cerámico en el salón de uso múltiple, pintamos por dentro y por fuera la escuela, arreglamos los baños", enumeró.
Sin embargo, reveló una anécdota que, según él, explica el volumen de las inversiones. "Me enteré de la entrada que había un condimento especial", confesó, aludiendo a que su Secretario de Obras y Servicios Públicos, Emiliano Barbero, es egresado de la primera promoción de la escuela. "Seguramente le ha marcado la diferencia a otras escuelas del departamento con el volumen de obra... créanme que ha sido artífice de estas cosas tan lindas que se han hecho en la escuela", afirmó el jefe comunal.
Molero enfatizó la trascendencia de la labor educativa: "Cuando uno forma niños, niñas, con tanto amor, con tanta cariño, pero con tanta vocación, está garantizando el futuro de nuestra comunidad de los alvearenses". Subrayó que la formación en la institución convierte a los egresados en "embajadores" que reflejan la "enorme labor que se ha venido haciendo en estos 25 años de vida".
El Niño, el Centro de la Misión Educativa
Por su parte, Viviana Wasiluk, en representación de la institución, dio la bienvenida a ex-alumnos, ex-docentes, ex-directivos y a la comunidad en general, destacando los "25 años de historia, de aprendizajes y de sueños compartidos". Agradeció "profundamente a todos los que de una u otra manera formaron parte de este camino", desde los equipos directivos y docentes fundadores hasta las familias por su "confianza y compromiso".
La referente escolar hizo un reconocimiento especial al cuerpo de celadores "por su dedicación, su responsabilidad y el cariño con que cuidan cada rincón de la escuela".
Wasiluk reafirmó la visión de la Ríos Mendocinos a lo largo de los años: "que el niño sea siempre el centro de nuestro trabajo", fomentando "aprendizajes significativos, valores, respeto y empatía", y garantizando una escuela "inclusiva donde cada estudiante... encuentre su lugar, se sienta valorado y pueda desarrollarse plenamente".
"Creemos que educar es mucho más que enseñar, es formar personas con corazón, sensibilidad y compromiso con los demás", sentenció.
Finalmente, destacó la labor del equipo docente y no docente actual por su "profesionalismo y responsabilidad", que ha logrado consolidar un "auténtico trabajo en equipo" reflejado en la felicidad de los estudiantes. El acto concluyó con un llamado a "seguir construyendo juntos una escuela que inspire, que abrace y que deje huellas en el corazón de cada niño y niña que pase por sus aulas".
 
   
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