La pequeña Luana venció al cáncer y celebra la vida con una gran movida en General Alvear
Luana Mesa Bello, conocida cariñosamente como “Lulú”, tiene 11 años y hoy sábado 15 de febrero tiene un motivo inmenso para celebrar: después de cinco años de una batalla intensa contra el cáncer, hoy disfruta de una vida plena y normal en su querido General Alvear. La fecha adquiere un gran significado en el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil.
El 6 de septiembre de 2024 quedó marcado como un día inolvidable en la vida de esta niña alegre y valiente. Acompañada por su familia, amigos y el personal del Hospital Dr. Humberto Notti, Lulú se despidió del lugar donde había pasado tantos años enfrentando una leucemia linfoblástica aguda. Tenía apenas seis años cuando recibió el diagnóstico, y desde entonces su vida y la de su familia cambiaron por completo. Con globos, tortas y hasta una copa de “campeona”, la pequeña guerrera dejó atrás los pasillos del hospital para comenzar una nueva etapa, llena de sueños y oportunidades.
Un Día Internacional del Cáncer Infantil con un significado especial
Para su mamá, Gisela Bello, cada 15 de febrero, Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, es un recuerdo de todo lo vivido: el dolor, el miedo, pero también la fortaleza y la esperanza. Por eso, este año decidió conmemorar la fecha con una gran movida solidaria en General Alvear, a la que asistirán familias de distintos puntos de Mendoza, unidas por la misma lucha y la misma causa.
"Después del cáncer, cada pequeño momento tiene un valor incalculable"
En diálogo con Diario UNO, Gisela recordó el día en que todo cambió para su familia: el 16 de agosto de 2019. “Desde ese día, nuestra vida dio un giro total. Pasamos de la rutina diaria a vivir en hospitales, con incertidumbre, con miedo, con noches interminables de angustia”, confesó.
Sin embargo, asegura que hoy todo tiene un significado diferente: “Aprendí a valorar cada instante, por mínimo que sea. Valoro ver a mi hija feliz, dormir en mi cama, comer sentada en una mesa. Después de tanto tiempo fuera de casa, y del cáncer, hoy todo adquiere un valor mucho más trascendente”.
Para Lulú, el hospital fue como un segundo hogar, donde encontró contención y cariño en médicos, enfermeros y personal de distintas áreas. “No quiero olvidarme de nadie. Cada persona que nos cruzamos en estos años fue importante: seguridad, limpieza, laboratorio, médicos, enfermeros… y, por supuesto, mi familia y mis amigas, quienes me sostuvieron en los momentos más difíciles”, expresó emocionada Gisela.
El momento más feliz de sus vidas, sin duda, fue el 6 de septiembre de 2024. “Ese día mi hija salió del hospital como una verdadera heroína, con una sonrisa gigante y con la certeza de que había ganado la batalla”, relató.
Fuente:Diario UNO
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